e-Marketing, ¿oportunidad o amenaza?

El comercio electrónico en el sector turístico ha dejado de ser una tendencia en crecimiento para pasar a ser una realidad dominante, que condiciona significativamente la competitividad de aquellas empresas que no cumplen ciertas reglas de juego. Podemos afirmar con rotundidad, que internet ha dejado de ser una oportunidad para aquellos empresarios que desearán aprovecharla; para pasar a ser una amenaza para aquellos empresarios que no estén presentes en la red con intensidad y relevancia.



Aunque la regla de oro de internet es que todos pueden estar presente a un coste mínimo, la realidad es que acaba siendo un entorno dominado por las grandes cadenas, que invirtierten importantes presupuestos por alcanzar una posición destacada.

No se puede negar que estar presente en la red no requiere un presupuesto significativo, pero comprender todos los recursos existentes(web, portales, buscadores, metabuscadores, OTA, agencias online, centrales de reservas, influenciadores, blogs,….) requiere un importante esfuerzo, al que no pueden acceder todas las empresas, que en muy pocos casos pueden tener una persona dedicada a esta actividad. Ahora bien, el esfuerzo puede ser significativamente mayor si el propósito es estar presente en la red con cierta relevancia, es decir, atendiendo a los clientes actuales y potenciales, a partir de un plan de comunicación segmentado según los intereses del cliente, y lanzando periódicamente propuestas, que permitan captar la atención del mercado.

La crisis económica ha radicalizado el cambio de paradigma en el sector, lo que ha dejado en posición francamente difícil a aquellas empresas de menor dimensión que no pueden realizar un importante esfuerzo por contar con unos asesores externos que le rescaten de esta situación, ni disponen del tiempo necesarios para facilitar que recursos internos se formen e recuperen el tiempo perdido.

La cuestión se agrava cuando los canales tradicionales, en los que estas empresas podían tener cierta presencia, ven reducido su volumen de negocio y otros canales en crecimiento, como pueden ser las centrales de reservas o agencias globales, tienen una posición dominante, que les permite fijar sus condiciones de retribución.

Tradicionalmente, los empresarios hoteleros han sabido realizar inversiones en inmovilizado, edificios, equipamiento, mobiliario,…etc, y siempre han mostrado un interés especial por la comercialización de sus instalaciones. Actualmente, el empresario que desee sobrevivir en el entorno actual, debe convertirse en un “forofo” de internet, las redes sociales y otros soportes digitales.


  

Esta realidad está condicionando en buena medida la competitividad de nuestro sector turístico, que en cierto modo es reflejo del retraso que tiene nuestra sociedad en el desarrollo de internet, respecto a los mercados emisores europeos y otros destinos competidores. Efectivamente, esta situación no siempre se ha producido por descuido o dejadez de los profesionales o directivos. En muchos casos, esta situación ha venido provocada por las circunstancias que establece el entorno, que en determinados casos no facilita un desarrollo más acorde a la evolución del mercado. En otros casos, la situación se hace más evidente por la contracción de la demanda interna y, consecuentemente, la necesidad de captar nuevos segmentos de demanda internacional.