Los objetivos del enoturismo para la bodega
Desde el punto de vista del productor, el turismo del vino es, ante todo, una herramienta clave para diferenciarse y una palanca para una mayor rentabilidad empresarial por lo que puede desempeñar un papel importante en la estrategia de desarrollo global de cualquier bodega, independientemente de su tamaño, ubicación, posicionamiento de sus vinos, estrategia comercial, etc.
No obstante, cada bodega debe decidir la importancia que concede al enoturismo y los objetivos que pretende con el mismo. Entre los objetivos que persiguen las bodegas a la hora de desarrollar una actividad enoturística destacan:
- Más notoriedad
- Mejor imagen de marca
- Mejor posicionamiento competitivo
- Mayor diferenciación
- Desarrollo de relaciones con consumidores actuales / potenciales
- Clientes más fidelizados con la marca y sus valores
- Lograr un precio medio por unidad vendida más elevado gracias a una mayor demanda de vinos de alta gama (objetivo a medio plazo)
- Testar productos nuevos
- Más venta directa con mejores márgenes
- Puesta en valor de activos
- Diversificar ofreciendo servicios turísticos rentables por si mismos
Algunas bodegas españolas se sitúan a nivel internacional entre las más visitadas del mundo destacando: González Byass en Jerez (Andalucía), Codorniu y Torres en el Penedés (Cataluña) o el Museo de la Cultura del Vino de Dinastía Vivanco en Briones (La Rioja). Cada una de estas bodegas recibe en la actualidad más de 100.000 visitas al año. Algunas de ellas incluso superan los 200.000 visitantes.
Lograr cifras significativas de visitantes requiere aplicar conocimientos de marketing turístico y, en el caso de las bodegas mayores, disponer de equipos especializados en promover y organizar las visitas, e informar a los interesados. En todo caso, se requiere una estrecha coordinación con los equipos de marketing de la bodega para asegurar que los visitantes reciben mensajes adecuados, en línea con las estrategias y posicionamiento establecidos, y que se aprovecha al máximo la oportunidad única que supone recibir en las instalaciones propias a consumidores interesados en la empresa y sus vinos, que aceptan pagar por la visita, y que están dispuestos a escuchar lo que queramos explicarles durante una hora o dos como mínimo.
Bien gestionadas, las visitas a bodegas son una fuente de información importante sobre los consumidores y un campo de pruebas para la acción de marketing por lo que deben recibir la atención necesaria de los departamentos comerciales. Las oportunidades que suponen las visitas a las bodegas para las empresas van mucho más allá del concepto tradicional de relaciones públicas y hay que saber aprovecharlas.
Algunas referencias de INNOVA Management en enotursimo.